En la investigación se hace uso de la lectura de pares, sugerencias valiosas que enrutan, afirman o contrarían nuestras pesquisas y hallazgos. En mi investigación sobre el huevo en la coctelería la barman Chabi Cadiz me sugiere la lectura del trabajo de Camila Sáez Ibáñez y Pablo Durán Vallejos. Titulado Coctelería criolla. La primera guía de tragos chilenos. La misma Sra. Sáez escribe al respecto:
“Recorrimos las barras de Santiago de extremo a extremo,…y nos empapábamos de la historia de las distintas expresiones de la coctelería criolla. En este punto fue muy importante la investigación bibliográfica, pero sobre todo el boca a boca y las conversaciones con gente mayor que compartió con nosotros sus recuerdos de juventud y recetas habían pasado de generación en generación” (Sáez. p.9)
De los autores de la guía de coctelería chilena.
La pareja de autores chilenos son periodistas y socios en Ediciones Caliche dedicada a publicaciones sobre el patrimonio cultural chileno. Camila Sáez Ibáñez con una trayectoria investigativa en cultura y patrimonio en los que ha escrito para el diario más grande de Chile El Mercurio y en otros diarios y revistas. El coautor Pablo Durán Vallejos es igualmente licenciado en literatura y es editor profesional.
Ellos participaron en la convocatoria de 2017 del Fondo Nacional de la Cultura y la Artes Fondart del gobierno Chileno, quien financió este proyecto y que publicó en su primera edición Montacerdos editorial con número ISBN 978-956-9398-19-3.Contó con la traducción al inglés de Cassandra Mathews haciendo de este ejemplar un libro bilingüe, y su diseño y postproducción fotográfica fue de María Verónica Boudon Maydl.
Cuatro años de investigaciones llevaron a seleccionar y preparar las recetas que son fotografiadas por Claudio Valle Benavente; Ángel Cristi y Francisco Saavedra Moreno. A su vez tomaron las decisiones sobre cuales recetas quedan por fuera por los motivos expuestos en el libro. Sáez nos dice ”…,y es seguro que hubo tragos que, sin registro, se perdieron en el olvido” (Sáez. p 11).
El libro cuenta acerca de creadores de bebidas algunos en el anonimato, aunque sus recetas perviven y son muestra de la simplicidad en las preparaciones y como lo escriben sus autores producto de la improvisación con los frutos de la tierra; el legado hispano colonial y la necesidad de enmascarar la mala calidad de algún producto. La guía está al rescate de recetas e historia cultural del beber chileno como bebida mezclada.
‘Terremoto’ de un fenómeno de la naturaleza a una mezcla bebestible y de otras formas de conocer el beber chileno.
La tapa del libro nos recibe con un trío de coloridos terremotos y ‘maremotos’ que son explicados sus orígenes y variaciones en la página 32.
Se organiza primero la versión en español seguida de la sección en inglés. Con cuatro unidades que incluyen: ‘Cócteles’ con 25 recetas; luego de los ‘Ponches’ listando nueve preparaciones, a continuación ‘Licores’ con cinco elaboraciones y por último la ‘Preparaciones sin alcohol’ con tres referencias para un total de 42 bebidas del recetario criollo chileno.
La lectura de las recetas se afrontan con una mirada trasversal y curiosa sea por:
- Su uso estacional como con la ‘Malta con huevo’ preparación tanto distinta a la colombiana.; ‘Navegado’; o el ‘Clery’ entre otros;
- Sus raíces etimológicas con voces mapuches con el ‘Pichuncho’ o el;
- Simbolismo de la chilenidad y sus territorios como en el ‘Jote’; ‘Pihuelo’; ‘ ‘Serena libre’; ‘Pantera rosa’; ‘Chicha con naranja’; entre muchos más
- Usos nutricionales o de orden gastronómico con el ‘Chupílca’; ‘Ponche de picorocos’;’Vaina’; ‘biitter batido’; más otros tantos.
- Variaciones de cócteles clásicos con ‘Chilean Manhattan’; o el ‘Ponche a la romana’ más otros varios;
- Geopolítica chilena con el Pisco sour y otras cinco versiones de la familia
La sección de ‘Galería’ nos hace un recuento ilustrado de bebidas distintivas en establecimientos como fuentes de soda, restaurantes a manteles o bares.
Cata.
El libro cumple como guía compilatoria de historias alrededor de las recetas servidas, así como de los establecimientos que a 2017 donde se puede disfrutar estas bebidas.
Vista: Es un libro fácil de leer con algunos chilenismos bien explicados para los no familiarizados.
Las fotografías entre composiciones de estudio y otras en las que se entrevén rincones hogareños, sumada a los de la galería de establecimientos sus bebidas y algunos habitués.
Nariz: Nos hace esnifar sobre productos sus prácticas cotidianas y tradicionales; sus formas de consumo, además de los establecimientos.
Huele a un libro internacional de consulta gracias a su presentación bilingüe.
Boca: Recetario simple para los nos profesionales en la preparación de bebidas, hay que estar dispuesto para interpretar. Escribe Sáez “La misma esencia de la coctelería criolla descansa en la improvisación y simpleza original…, que no debe ser limitado a la exactitud de la onza” (Saéz. P.10)
No se deje llevar por lo simple de la receta y sus cantidades, la suculencia está en cada sorbo de información que acompaña la receta.
Posgusto: Definiciones pragmáticas nos muestran lo que entienden como cóctel. “…una bebida que resulta de la mezcla de dos o más ingredientes, de preparación rápida y consumo inmediato”. (Saez. p.10) Es por ello que la guía presenta una saboreada (sic) del acontecer chileno como “tierra de parras” así lo escriben sus autores. Sus costumbres alrededor de los cócteles con vino o sus destilados. Más de una veintena de recetas hacen uso de uno o el otro.
Hay un dejo corto por la ausencia de bibliografía en la primera edición, que es de gusto de los interesados, pese a las deliciosas referencias citadas en el cuerpo del texto.
Referencias.
Saéz Ibañez, Camila., Durán Vallejos, Pablo, (2017) Coctelería criolla. La primera guía de tragos chilenos. Santiago de Chile. Montacerdos editorial.
I.Antonio Ramírez. Agradece a Chabi Cadiz; y a los autores Camila Sáez y Pablo Durán por el envío del ejemplar que ha sido de utilidad en mi investigación.
A los autores los puede contactar en www.cocteleriacriolla.cl o cocteleriacriolla@gmail.com